Tengo mi hipótesis, de como pudo haber surgido este constante ejercicio de juzgar, desde un punto de vista evolutivo, pero me parece que da para otra charla, por ahora solo quisiera despertar un mínimo de conciencia sobre nuestros juicios y porque creo que es más sano abandonarlos poco a poco.
Primero por el ruido que generan y en consecuencia nos impiden disfrutar del momento presente. Segundo, porque cuando se refiere a las personas, no se si se han dado cuenta a posteriori pero no tenemos mucho control sobre nuestros juicios y estos suelen d
istorsionarse. Por un lado, algo que pudo haber comenzado como un 'se olvidó de decirme esto, es un nabo' a 'me esta ocultando todo, no me quiere', es decir comienza a escalar hasta proporciones rídiculas sin fundamento. Y por el otro, impide ver todo lo bueno que tiene la otra persona, el juicio tiene esa habilidad de enfocar nuestra percepción en eso solo, y nublar nuestra vista a todo lo demás.Y tercero, el juzgar tiene la habilidad de crear en nosotros la sensación de que todo el mundo también nos esta juzgando, lo cual genera miedo, inseguridad, condicionando así mucha de nuestras acciones.
Para mi uno de los ejemplos más claros de no preocuparse en juzgar a los demás, de ver lo positivo, de perdonar, de amar incondicionalmente, se refleja en día del juicio de Jesús, cuando Pedro lo niega tres veces antes de que cante el gallo, y Jesús a pesar de todo lo mira con la cara más amorosa posible, perdonandolo inmediatamente y diciendole con su sonrisa que lo ama por sobre todo.
Espero que todos podamos juzgar un poquito menos,
Gracias :)
Sebas
